Bombona uso industrial

La bombona B40 contiene 40 kg de butano y la P35 contiene 35 kg. de propano, oscilando su peso vacío (tara) entre los 35 y 37 Kg.

Su uso es marcadamente industrial o comercial, para aquellas ubicaciones donde no es posible utilizar un depósito de gas a granel, aunque cada vez son más utilizadas en instalaciones domésticas donde se precisa de una mayor capacidad de almacenamiento.

Han de colocarse en el exterior de los locales o viviendas, dentro de una caseta, preferentemente en baterías de descarga simultánea, formadas por un número par de bombonas (2+2, 3+3, 5+5, etc.) de manera que la mitad se encuentre en funcionamiento y la otra mitad en reserva. De esta forma, cuando se agotan las primeras entran automáticamente en funcionamiento las de reserva, con lo que se obtiene un suministro ininterrumpido de gas.

La válvula de la bombona dispone de un tapón roscado de protección destinado a proteger la misma y evitar que se depositen materiales extraños que puedan alterar el correcto funcionamiento de la válvula.

Las bombonas están marcadas con la tara de la misma, el año de la siguiente revisión periódica y disponen de una etiqueta o sello en el que se indican las características de su contenido, las frases “R” y “S” de seguridad, así como las direcciones y teléfono de atención al cliente de DISA.

Se diferencian estéticamente de las bombonas de 40 Kg. de butano en la presencia de una franja roja horizontal en la bombona, además de la inscripción de la palabra PROPANO en el cuerpo central de la misma.

Gas Industrial Granel

Los gases licuados del petróleo (GLP) a granel pueden ser butano o propano, si bien el más utilizado por su mayor poder calorífico y, sobre todo, por su más bajo punto de congelación (-45º C), es el gas propano comercial, compuesto por una mezcla de gas propano (mínimo 80%) y gas butano (máximo 20%).

El GLP se almacena en depósitos fijos, cuya capacidad varía en función de las necesidades de la instalación a abastecer, la autonomía necesaria, y la superficie disponible para la instalación del depósito.

Los depósitos pueden ser aéreos o enterrados. La instalación de un depósito aéreo es más económica, al ahorrar la excavación de una fosa donde enterrar el depósito y permite una mejor vaporización del gas, pero precisa de mayores distancias de seguridad. La instalación de un depósito enterrado permite ahorrar en la superficie destinada a las distancias de seguridad, pero es más costosa, tanto inicialmente como en el mantenimiento de la misma.

El producto (GLP) se suministra en fase líquida desde un camión cisterna, siendo el grado máximo de llenado de un depósito el que corresponde al 85% de su capacidad volumétrica, dado que por cuestiones de seguridad es preciso que el depósito disponga de un volumen mínimo libre del 15%, para permitir la expansión del gas en caso de aumento de temperatura en el interior del depósito.