En enero de 1989 se adquieren terrenos para la nueva factoría de Fuerteventura y comienzan las gestiones para la compra de 230.000 metros cuadrados en el Polígono Industrial de Granadilla, destinados a nuevas instalaciones, así como 21.000 metros
cuadrados en el Polígono Industrial de Güímar, para la futura instalación de plantas industriales procedentes de la zona costa sur en Santa Cruz de Tenerife.
Tan importante como que haya carreteras es que en ellas exista donde repostar combustible. Consciente de esta necesidad, y fiel a su compromiso con la sociedad
canaria, DISA contribuye ampliamente en la dotación de nuevas estaciones de servicio en la red viaria insular. Merced a un acuerdo de índole comercial suscrito en 1980, todas ellas pasan a estar abanderadas por CEPSA, aunque DISA es su propietaria, razón por la cual procede a realizar trabajos de remodelación y adecuación a la nueva imagen
corporativa, poniendo en práctica un nuevo concepto de servicio, en el que destaca la creación de las tiendas DISA. Entre las remodelaciones más importantes hay que señalar la realizada en la estación de servicio del Paseo de Chil, en Las Palmas, dotada de una cubierta en ala que recuerda la forma del avión supersónico Concorde.
A pesar de las limitaciones del suelo para encontrar emplazamientos que cumplan adecuadamente las disposiciones oficiales en cuanto a accesos, zona de aparcamiento y edificaciones al eje de la carretera, entre otras, las áreas de servicio de DISA han logrado contribuir de modo altamente satisfactorio a las
necesidades del parque automovilístico regional.
Así, a finales de 1980, en el territorio nacional había 3.350 estaciones de servicio para los 79.274 kilómetros de red estatal de carreteras, con un promedio de una estación cada 23,7 kilómetros, mientras que en Canarias el promedio era de una estación cada 7 kilómetros. Más
allá de las matizaciones que requiere cualquier estadística, este es un dato indicativo del buen equipamiento del que goza el Archipiélago Canario.